El potencial agotamiento de los pozos de petróleo fue foco de debates, predicciones científicas e incluso fue eje de libros y películas de ciencia ficción. Doris Capurro (LUFT Energía) analiza la actualidad del sector, en vista del desarrollo de las energías renovables y proyectos sustentables en distintos puntos del planeta.

El año 1859 marcó un antes y un después para el sector energético. Y para el mundo entero. Fue cuando se extrajo el primer barril de petróleo en Pensilvania (Estados Unidos), de un pozo de 21 metros de profundidad. En sus inicios, el petróleo se utilizó como combustible para lámparas.

Pero en 1895, con la aparición de los primeros automóviles y la necesidad de la gasolina para impulsarlos, se empleó en grandes cantidades y su demanda no paró de crecer. Por esa razón, la gran preocupación en el siglo XX era qué iba a pasar cuando se acabara.

El Impacto de las nuevas energías renovables

Sin embargo, Doris Capurro afirma que si se analizan distintos indicadores, no hay dudas de que estamos ante “el fin de la adicción al petróleo” porque los costos de generar energías alternativas cayeron tanto que hasta las principales petroleras evalúan planes para impulsar la producción de gas. Además, desde 2010 el costo de instalar equipos y sistemas de energía solar bajó 70%.

Según Capurro, el mundo cambió y no habrá vuelta atrás: “Las energías alternativas dejaron de ser alternativas”. Son fundamentales y con mayor presencia en industrias y hogares. En las legislaciones de países de todo el planeta configuran un marco auspicioso para el desarrollo de las energías renovables.

Para 2010, las predicciones de los principales organismos señalaban que la energía eólica iba a suministrar 30 gigavatios de electricidad a nivel mundial. Afortunadamente, resultaron ser sumamente conservadoras y para 2016 se habían superado 16 veces esas proyecciones.

El sol brilla más que nunca

Desde el punto de vista de Doris Capurro, el caso de la energía solar es aún más impactante. Hace 15 años, la mejor proyección indicaba que para 2010 se instalaría 1 gigavatio de capacidad de energía solar por año. Nuevamente, las estimaciones se quedaron cortas y, para 2010, esa meta se superó 17 veces. Y para 2016, ¡75 veces!

Esos números cobran mayor magnitud si se tiene en cuenta que el 91% de la capacidad solar se instaló en los últimos cinco años y China emergió rápidamente como el país con mayor capacidad de energía solar instalada. En 2000 no contaba con más de 20 megavatios de energía solar y en tan solo 15 años se ubicó por encima de Alemania.

La capacidad solar instalada por del gigante asiático ya superó los 100 GW. Solo en 2017, incorporó 24 GW de capacidad, registrando un crecimiento de un 9% anual en los últimos cinco años.

La ley de la oferta y demanda

Al igual que con otras tecnologías, como los chips de computadoras y teléfonos, los costos de la energía solar se redujeron enormemente. En algunas regiones, ya cuesta la mitad del valor que la generada por la quema de carbón. Todo indica que con el desarrollo de las energías renovables y los proyectos de ciudades sustentables el mundo entero puede dormir tranquilo aún a pesar del declino de los pozos de petróleo.

Las transiciones energéticas (de la biomasa al carbón, del carbón a los hidrocarburos) han llevado siglos o décadas. Gracias a la innovación tecnológica, ahora la discusión es si esta nueva transición (de los hidrocarburos a la energía renovable), llevará décadas o años.